Comienza con el olor, Angel no puede creer lo bueno que es y NECESITA saber de dónde proviene. Casi sin darse cuenta, tiene su nariz enterrada en su camisa antes de decir: "Oh, Dios mío, eres tú". Lo siguiente que sabe es que está embadurnando su cuello, sorprendida por su propio comportamiento, se aleja pero no puede resistirse a ir por más. Quizás debería volver a su lugar si realmente necesita probar más. Toma una larga lamida y dice que es una gran idea. <\/p>
Se aferra a él mientras entran, besándolo mientras él rodea su cuerpo de 19 años con sus manos. Le importa un bledo que esté apretando su pequeño y apretado trasero y no tiene ningún problema en suplicar "por favor" cuando él le provoca con sus dedos en la boca. Pero cuando él le pide que se quite la ropa, ella duda. Él podría llevarla simplemente a la playa si ella quiere detenerse, pero ella no lo hace. Se desnuda para él y se sube a su regazo, besándolo por su cuello y alrededor de sus orejas. ¿Le importaría sacar su pene? ¿Y si solo lo frota? Pronto está acariciándolo y besándolo, pero no es suficiente. Él le dice que se deslice hasta sus rodillas y ella obedece. Desliza su pene en su cálida y húmeda boca y es el cielo. A medida que sube para tomar aire, la saliva gotea de sus labios por todas partes de su pene. "Di gracias" le dice y ella asiente, "Gracias". <\/p>
"Gracias, maestro" él ordena. "Gracias, maestro" ella responde. Ahora es una boca ansiosa lista para servir y adorar su pene, desesperada por probar más. Dispuesta a invitar a sus amigos a su casa y hacer que prueben su pene. Dispuesta a consagrarse a sí misma para hacerlo sentir bien. <\/p>"